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miércoles, 7 de septiembre de 2011

US OPEN BAJO AGUA



Por segundo día consecutivo, el tenis debate con la lluvia sobre el cemento de Flushing Meadows, siendo alarmantes las previsiones metereológicas en Nueva York de cara a los próximos días. De momento sigue lloviendo en la ciudad de los rascacielos, lo que ha obligado a cancelar de nuevo la jornada tras sólo 15 minutos de acción.
¿Es necesaria una pista con techo retráctil en el US Open? La historia más reciente dice que sí. No sólo se ha retrasado hasta el lunes la disputa de la final en las últimas tres ediciones y en 16 ocasiones desde 1935, sino que en 2016, cuando la Philippe Chatrier de Roland Garros tenga capota, será el único Grand Slam en no adaptarse a las nuevas circustancias generadas con el cambio climático y un calendario sobrecargado. El alto coste (unos 150 millones de dólares) al que asciende el poder tapar la pista de tenis con más capacidad del mundo (Arthur Ashe, 23.000 espectadores) parece ser el motivo por el que la Federación Estadounidense de Tenis (USTA) no da el paso hacia delante.
Después de que el martes tuviera que cancelarse la jornada completa -algo que no ocurría desde 2009-, se reprogramó la jornada, destacando que los dos españoles aún en liza en la Gran Manzana abrieran sus partidos en las dos canchas principales. Nadal y Muller vieron interrumpido su partido en la Arthur Ashe cuando apenas se habían disputado tres juegos (0-3 para Müller y servicio de Rafa), mientras que Ferrer  y Rodick habían disputado cuatro en el estadio Louis Armstrong (1-3 y saque para Roddick). Después de todo el día lloviendo, la organización ha decidido cancelar definitivamente la jornada, aplazando todos los duelos al miércoles a partir de las 17.00 hora española.
Las previsiones en la ciudad de los rascaielos no son nada halagüeñas. La tormenta Lee dejará paso al huracán Katia y las lluvias se sucederán con intermitencia sin apenas tregua. Según la agencia metereológica internacional, los cielos no se desencapotarán hasta el próximo viernes, donde se espera que Nueva York amaneza despejado. Volverían las lluvias el sábado y a partir del domingo volvería a lucir tímidamente el sol. Con este panorama se hace difícil advertir cuando el tenis volverá a tomar protagonismo en el US Open.

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