El inicio de partido fue engañoso, ya que nos mostró a un Nadal confiado con el servicio -dos juegos en blanco- y un Nalbandian timorato que sólo enseñaba sus garras cuando Rafa restaba a media pista. El sino del duelo cambió cuando el argentino sacó brillo a su revés, uno de los mejores del circuito. Amén de ese golpe, David fue durante unos minutos el de las grandes tardes, todo un portento físico aunado con una exquisita técnica. Así tomó ventaja en el quinto juego y la fue administrando hasta llegar al 5-4 y servicio. Ahí le entraron dudas al cordobés, que acabó 'regalando' la igualada con una doble falta. El tenis hizo justicia y llevó la manga al tie-break, una muerte súbita muy pareja que acabó en nómina del balear.
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El peaje de Nalbandian por ceder el primer acto -había ganado la primera manga en los cuatro precedentes ante Rafa- fue demasiado caro. En el juego inicial del segundo firmó una falta de pie y dos dobles faltas para acabar cediendo el juego en favor de un Nadal mucho más enchufado que alargó la racha ganando cuatro juegos consecutivos. El balear se soltó la presión, se metió en pista y pasó a ser dominador, confiado y resolutivo. Incluso cuando tuvo que correr detrás de la bola lo hizo con acierto y sacando recompensa a su esfuerzo. Mientras Nalbandian evidenció falta de gasolina en su depósito, Rafa abrochaba el segundo set con una suficiencia acorde el ranking de uno y otro (2-76).
El peaje de Nalbandian por ceder el primer acto -había ganado la primera manga en los cuatro precedentes ante Rafa- fue demasiado caro. En el juego inicial del segundo firmó una falta de pie y dos dobles faltas para acabar cediendo el juego en favor de un Nadal mucho más enchufado que alargó la racha ganando cuatro juegos consecutivos. El balear se soltó la presión, se metió en pista y pasó a ser dominador, confiado y resolutivo. Incluso cuando tuvo que correr detrás de la bola lo hizo con acierto y sacando recompensa a su esfuerzo. Mientras Nalbandian evidenció falta de gasolina en su depósito, Rafa abrochaba el segundo set con una suficiencia acorde el ranking de uno y otro (2-76).
Aunque todo parecía visto para sentencia, aún quedaban cosas por contar en el tercer set. Una manga que comenzó con ambos rompiéndose el servicio (primero Davis, a continuación Rafa) y Nadal pidiendo la entrada del fisioterapeuta a pista para tratarse de unas ampollas en su pie derecho. Quizá ese fue el motivo por el que el español soltó el pie del acelerador, quizá también la suma de errores de su rival que no le dejaban tener un ritmo continuo. Rafa cogió ventaja en el sexto juego, donde de nuevo Nalbandian pecó de falta de puntería (una doble falta más) y precipitación, pero no supo poner el cierre al partido con 5-3 y servicio. La concatenación de luces y sombras del balear le llevaron a verse contra las cuerdas (salvó una bola de break para el 5-6), pero finalmente salió victorioso al firmar el juego definitivo al resto con la séptima doble falta de su rival. En octavos de final, Rafa se cruzará con el ganador del duelo que enfrenta al luxemburgués Gilles Müller y el ruso Igor Kunitsyn en la Pista Grandstand.
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